
La accesibilidad universal es un principio clave para garantizar que todas las personas, independientemente de su edad o capacidades, puedan utilizar y disfrutar de los espacios en igualdad de condiciones. En el caso de los edificios públicos, la aplicación de criterios de accesibilidad no solo responde a una obligación legal, sino también a un compromiso social con la inclusión.
En Arquinea, como estudio de arquitectura en Bilbao, creemos que diseñar espacios accesibles es diseñar espacios más humanos. Por eso, hemos preparado esta guía con las buenas prácticas de accesibilidad universal que deben considerarse en los edificios públicos.
1. ACCESOS Y CIRCULACIÓN EXTERIOR
- Los accesos principales deben ser visibles, seguros y libres de obstáculos.
- Las rampas deben tener una pendiente máxima del 8% y contar con pasamanos a ambos lados.
- Los itinerarios peatonales deben tener un ancho mínimo de 1,80 m para permitir el paso de dos personas simultáneamente, incluso si una de ellas utiliza silla de ruedas.
- Señalización clara que indique la entrada accesible desde la vía pública.
2. PUERTAS Y VESTÍBULOS
- Las puertas deben tener un ancho libre de paso mínimo de 90 cm.
- Los sistemas de apertura deben ser fáciles de manejar, evitando pomos giratorios y favoreciendo manillas ergonómicas.
- En los vestíbulos, debe existir espacio suficiente para giros de 150 cm de diámetro.
3. CIRCULACIÓN INTERIOR
- Pasillos amplios, con ancho mínimo de 1,20 m.
- Suelos antideslizantes y sin desniveles bruscos.
- Evitar obstáculos como mobiliario, jardineras o elementos decorativos que reduzcan el espacio útil de paso.
4. ASCENSORES Y ESCALERAS
- Los ascensores deben permitir el acceso a todas las plantas del edificio.
- Las cabinas deben tener unas dimensiones mínimas de 1,10 x 1,40 m y estar equipadas con barras de apoyo.
- Botoneras a altura accesible (entre 90 y 120 cm del suelo) y con señalización táctil y sonora.
- Escaleras con pasamanos continuos, señalización visual en los bordes de los peldaños y superficies antideslizantes.
5. SERVICIOS HIGIÉNICOS ACCESIBLES
- Al menos un aseo adaptado por planta de uso público.
- Espacios interiores con un radio de giro de 1,50 m.
- Barras de apoyo junto al inodoro y lavabo adaptado con espacio libre inferior.
- Espejos y accesorios instalados a altura accesible.
6. SEÑALIZACIÓN Y COMUNICACIÓN
- Uso de señalización visual, táctil y acústica para garantizar la orientación de todas las personas.
- Carteles en tipografía clara y contraste cromático con el fondo.
- Sistemas de información sonora y bucles magnéticos en zonas de atención al público.
- Incorporar pictogramas universales que faciliten la comprensión.
7. ILUMINACIÓN Y CONFORT AMBIENTAL
- Evitar deslumbramientos con una iluminación homogénea y regulada.
- Controlar el nivel de ruido en las estancias con soluciones acústicas.
- Garantizar una climatización adecuada para el confort de todas las personas usuarias.
8. TECNOLOGÍA Y ACCESIBILIDAD DIGITAL
- Integración de pantallas interactivas con accesibilidad táctil y auditiva.
- Aplicaciones móviles de guiado interior para personas con discapacidad visual.
- Páginas web y sistemas digitales asociados al edificio cumpliendo con la normativa de accesibilidad web (WCAG 2.1).
En resumen, la accesibilidad universal en edificios públicos es mucho más que cumplir una normativa: es diseñar espacios pensados para todas las personas. Implementar estas buenas prácticas contribuye a generar entornos más inclusivos, seguros y funcionales.
En Arquinea trabajamos en proyectos que integran la accesibilidad como un valor esencial del diseño arquitectónico. Si tu edificio público necesita una evaluación o una rehabilitación en materia de accesibilidad, contacta con nosotros y te asesoraremos en todo el proceso. Redactamos proyectos y llevamos la dirección de obra para la instalación de ascensor en edificios existentes y otras intervenciones de supresión de barreras arquitectónicas en Bizkaia.