Promotor: Particular
Situación: Portugalete
Superficie: 72 m²
Año: 2022
Fotografía: Ainara Román

El resultado ha sido una vivienda moderna con identidad propia, además de ser funcional.

La propuesta del proyecto ha logrado transformar por completo un piso compartimentado y con geometría compleja en una vivienda moderna y acogedora.

Uno de los puntos clave ha sido unificar la cocina-salón-comedor para conseguir un salón mucho más espacioso y luminoso. Para lograrlo se decidió situar este espacio en el centro de la vivienda, conectado al acceso. Como consecuencia, un dormitorio de uso esporádico queda separado de la zona de noche, pero lejos de convertirse en un inconveniente, la vivienda se transforma armonizando los espacios y logrando la funcionalidad de todos ellos. Esto se consigue ya que el uso de dicha estancia está destinado a despacho y a convertirse en dormitorio para invitados, por lo que la diferenciación ayuda a preservar la intimidad de los usuarios.

Por otro lado, la creación de un vestidor en el acceso a la zona de noche ha servido para suavizar la geometría de las habitaciones de manera que se consiguen unas estancias prácticas para el uso pretendido. Una de ellas es la habitación principal, donde se aprovecha el acceso al dormitorio para crear otro vestidor y cuya estancia tiene acceso a uno de los balcones de la vivienda. La otra está destinada al recién llegado, el nuevo integrante de la familia.

Continuando con la funcionalidad, el espacio central dispone de acceso a un balcón, el cual tiene reservado un espacio para incorporar la lavadora y la secadora, electrodomésticos que, aunque cada vez más silenciosos es importante su correcta ubicación para evitar el inconveniente de los ruidos. Además, la vivienda dispone de un amplio baño con una ducha y un práctico aseo que cuenta con inodoro y lavabo.

En cuanto a la materialidad, la estructura original se convierte en protagonista al exponer en las estancias principales, las vigas y pilares de hormigón sin su recubrimiento. Esto se combina con el uso de colores neutros y materiales nobles como la madera en algunos de los elementos del mobiliario. Conjuntamente se plantea una cocina integrada en el salón también de color neutro, en este caso el color gris y un toque de calidez mediante el revestimiento de madera, consiguiendo ser un elemento más del espacio central.

El resultado es un piso actualizado, espacioso y funcional con una zona central amplia y luminosa gracias a los tres huecos de luz que se consiguen en el espacio central, el cual actúa a modo de rótula distribuidora desde la que se puede acceder al resto de usos de la vivienda.